viernes, 15 de junio de 2018

Occidente, llorarás por mí


Occidente, llorarás por mí
Javier Barreira
Editorial Kolima




“Una novela trepidante sobre la más dramática trama terroriste de Occidente”

Con esta magnífica novela de espías ambientada en Madrid, Javier Barreira nos ofrece una certera disección de la compleja realidad en la que vivimos y una fascinante reflexión sobre las motivaciones y la influencia de las circunstancias en el comportamiento del ser humano que a pesar de todo nunca termina de explicar el absurdo en el que nos encontramos: una dolorosa guerra invisible entre civilizaciones que no cesa.

Occidente, llorarás por mí es una novela de intriga que narra la investigación de un pequeño suceso que poco a poco deja entrever la mayor amenaza yihadista jamás sufrida por un país. El protagonista, Miguel Aguirre, un hombre curtido en el exigente trabajo de los agentes secretos, es el encargado de resolver este rompecabezas a partir de la comprobación casi rutinaria de un incidente que, poco a poco, se va mostrando como el pico de un iceberg de proporciones descomunales y ramificaciones internacionales. Con un nivel de amenaza y peligro que sube a medida que se va descubriendo la trama criminal, la historia se convierte en una lucha contra reloj.

Novela de espías, terrorismo, yihadismo; la mezcla perfecta para disfrutar de un buen libro.


Os dejo el arranque de la obra. Fascinante sin duda:

Recién superado el primer decenio del siglo. Septiembre. La muchedumbre se movía tranquila por la zona del Rastro, culebreando entre los cientos de puestos callejeros que cada domingo por la mañana componen uno de los espectáculos más llamativos de Madrid. Una estampa viva de un pedazo de realidad con sonido propio, con música de voces naturales, de conversaciones, de reclamos comerciales, de pequeñas transacciones económicas. Un cromo viviente que huele a cuero, a plástico, a bisutería, a tela, a transeúntes curiosos. Un súper mercadillo de barrio en el centro de una de las ciudades más pobladas de Europa. Madrid, el pueblo más grande del mundo.
Entre toda esa multitud que curioseaba por los tenderetes, un joven magrebí apuraba el paso y la respiración ajeno a todo ese ajetreo mercantil, incapaz, por más que se esforzara, de escuchar más allá de sus jadeos. Sus lamentos ahogaban la banda sonora de la ciudad, su cara estaba tensa y su cabeza no dejaba de girar para mirar hacia atrás. Sentía que corría peligro. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario